Sus piernas suspendidas en el
aire, rozando el vacío, se sintonizaban con los pensamientos perdidos en el
infinito, ráfagas de aire frío provenientes del profundo valle atravesaban el
cabello platino, removiendo cada mechón de Lucia. Se sentía como una mota de
polvo en el universo, sentada en aquella roca.
Solo pensaba lo afortunada que
iba a ser esta vez, porque sus chanclas estaban a buen recaudo, sonriendo de
forma burlona al vació, el roce del plástico
de su tablet, le hizo volver a la realidad, incorporándose, y recogiendo el
artefacto. Sus ojos se abrieron como platos, su cara tenía un matiz de
sorpresa.
Mientras caminaba hacia su
cabaña, paro en seco.
Estimada Lucia:
Desde que decidiste perderte en
la naturaleza no he querido, ni atrevido a contactar contigo, puesto que ha
pasado un tiempo prudente, y teniendo en cuenta lo persistente que han sido, no
he tenido mas remedio que pedir que el Lunes sin falta te presentes en la
Casona del Marques. Me he tomado la libertad de mandarte la dirección a tu correo,
y los billetes de tren. Cuando llegues a la estación te recogerá un chofer…..bla,blabla….
Cuando volvió a levantar la
vista, estaba de cara contra la puerta de la cocina, la cabaña donde Lucia había
ido a refugiarse era de uno de sus mas íntimos amigos. Una cabaña mágica,
porque con los siglos se había fundido en el entorno. Ella se refería a ella
como la casa seta, pues no se apreciaba desde la lejanía, el musgo habia
invadido todo el tejado que a primera vista parecía débil, y quebradizo. La
hiedra campaba a sus anchas por las fachadas, haciendo que otras plantas también
florecieran en la base. En las noches cerradas con las luces encendidas parecía
la guarida de un gnomo, pero era acogedora, mágica, y tranquila. Digamos que la
casa se había enraizado como otro arbol mas en el bosque, ya en la cocina con sinfonía
serpenteando entre sus tobillos, haciendo difícil andar por la cocina.
Lucia removía cojones, con cara
de preocupación, Levanto a Sinfonía del suelo, sentando la en la mesa, - donde estará,
sinfonía- Miro rápidamente a su alrededor hasta parar en la lata de galletas.
Estaba más bien vacía, solo una llave. La llave del sotano, el verdadero
refugio de Lucia, alli guardados estaban todos sus preciados accesorios,
vaporeta, uniformes para cada ocasión, ya que cada caballero o mejor dicho cada
casa era diferente.
Abrió en candado de la puerta,
para estirar el braza toqueteando en la oscuridad la fria pared buscando el interruptor,
clip, - y se calentó la bombilla, esperemos que no estalle sinfonía, menudo
susto-
Su preciado edén, su agujero,
forrado en madera, con una caldera de agua caliente que hacia de corazón de la
estancia, a un lado su biblioteca variada, desde psicología, hasta mapas de
carretera. Su escritorio pesado, tallado en la desnuda madera flores del paraíso
que giraban sobre si para sostener una mesa repleta de escondites.
Su tesoro mas preciado era su alcen
del siglo XVIII, mas de un ignorante lo había comparado con un barril, sin
parar a mirar la maestría con la que se había labrado la madera, Detrás de sus
puertas, se escondían un armario, que se ubicaba a los lados, y en la parte
central seis cajones forrados en satén, donde guardaba sus plumeros que mas que
quitar el polvo lo estaban reteniendo. Evidentemente nunca movía su baul al
menos que fuera una ocasión de necesidad urgente, pero era muy rara la ocasión.
Sus dedos recorrieron todos los
cajones, parándose en el tercero, que tenia tallado una pluma. Sutilmente, con
lentitud abrió el cajón con el pulgar y el índice, eligio un plumero, y sus
tres paños a juego.
Sobre su escritorio, había
abierto su maleta de viajes. Una maleta que tenia historia, una maleta que fue
heredada, e ideal para sus encargos.
Doblo dos uniformes, su bolsa de lencería,
esta vez inspecciono sus medias, a veces una carrera era sexy y en otras
ocasiones era vulgar e inapropiada. – Me las llevare las dos así no podré
equivocarme- (Eso pensaba Lucia, su encargo iba a ser un poco plastificado)
Sus zapatos de charol, sus escalarías
que cabían en su maleta, eran ideales, aunque motivo de mas de un registro en
el aeropuerto, y sus pertinentes preguntas. No era usual llevar unas
escalerillas de viaje, al sacar sus uniformes los policías se sonrojaban y la
dejaban pasar.
Su sombra felina y ella cerraron
el sótano, tirando la maleta sobre la mesa de la cocina, se miro en la ventana,
había que metamorfearse, esa la filosofía de Lucia, los meses sabáticos, sin
tratamientos de belleza, ni peluquería, aunque fuera el de Joan, eran historia.
Peino entre los dedos sus cabellos alocados, suspiro, dirigiéndose al baño.
Dejo el agua correr, puso una tetera a calentar y empezó el cambio bajo los
efectos de un te canadiense que reposaba en la tetera. Después de correr por
media casa, que era poco práctico, eso de tener todo repartido por ahí, miro su
reloj, para ver que solo disponía de una hora para coger el tren de media
noche.
Los trenes nocturnos, eran
maravilloso, porque Lucia siempre conseguía dos propósitos, volver a un hombre
loco durante una noche, y llenar la cartera la albor de la mañana. Una
combinación orgásmica, diferente, que solo en pensarlo se le humedecía la boca,
por decir un sitio.
Casi a carrera paso, por el
control de billetes, a tropiezos, era como si sus piernas se hubiera vuelto
gelatina, de un derrape. Llego a una de las puertas de un compartimento. Donde,
casualidades de la vida había un revisor, debía ser el compartimento donde
todos los novatos iban a parar para que les redirigieran a sus vagones o compartimentos
correspondientes.
Con el billete en la mano, el
revisor deslizo la puerta al pasillo del tren.
-
Siga este pasillo, y casi al final esta su
compartimento, si necesita cualquier cosa hágamelo saber.
El compartimento era para como
mucho dos personas, con baño propio, una nevera, tele, y conexión a Internet.
El tren fue naciendo de la
niebla, donde el frío húmedo imperaba en el aire, el entorno era fresco verde,
ya en el apedreado anden, todavía, aturdida de la noche pasada, intentaba
encontrar en su bolsillo del abrigo, las instrucciones.
El frío empujo a lucia, que ya no
sabia si encorvarse, dentro de su abrigo, porque el frio le pellizcaba todas
sus extremidades, las medias eran inútiles, y para colmo se le habian olvidado
los guantes en la cómoda de la entrada de su casa.
Solo tuvo que entrar para ver a
un hombre de gran tamaño, envuelto en un
abrigo, bufanda, y gorro, con un cartel enorme LUCIA.
-
Luego, queremos discreción, pasar desapercibidas…pensó.
Cruzo la mirada con el gorila, el
que parece que entendió, que era ella, sin cruzar palabra, la guío hasta el
coche. Ya dentro, el chofer se giro, con un pañuelo negro que llego a estar
casi en la cara de Lucia.
-
Esto debe ser parte del juego, penso lucia mientras que
se colocaba el pañuelo sobre sus ojos.
El trayecto en coche no fueron
mas de cuarenta minutos, cuando el coche paro, escucho el golpe del cierre de
la puerta. A la par se abria la suya, el chofer le retiro el pañuelo.
Lucia se encontraba frente a una mansión,
de piedra gris antigua, carcomida por el tiempo, e invadida por trepadoras. Tenía
aspecto de haber sido un lugar en una época dorada de gran afluencia, majestuosa,
en medio de la nada, rodeada de campos de cultivo, y bosquecillos de caza.
-
Bienvenida, espero que el viaje, haya sido tranquilo.
Como veras esta casa es muy grande, y requiere mucha atención. Primero te
llevare a tu estancia, donde creo que sentirás mas cómoda.
-
Interrumpió le mayordomo, sin cesar de andar escaleras
arriba, echando la mirada atrás, para asegurarse de que la porno chacha le
estuviera siguiendo, ya en el pasillo de arriba, desacelero, para ver mas de
cerca, a Lucia, también para abrir la estancia donde se iba a hospedar.
La habitación era de un tamaño
muy considerado, decorado a la Castella, de muebles de madera macizo, la
chimenea parecía incombustible, era acogedor.
-
acomódate, dentro de un momentito vendrá una doncella
para cambiarte de ropa. Se que tienes uniformes, pero el que usamos aquí, es idóneo,
si me entiendes.
Nuestro señor
es un poco exigente, las cosas deben estar perfectas, pronto entenderás el
porque de las cosas. Dijo el mayordomo, con voz sarcástico
La puerta de la estancia, se abrió
tímidamente detrás de ellas una muchacha joven con la cabeza caída, que no
levantaba la vista del suelo. Tenía una bolsa negra, con lo que pensó lucia que
seria su uniforme. Que inocente…
La muchacha, se retiro su bata, y
la miro a los ojos. Para entonces el mayordomo se había esfumado. Su cuerpo
estaba plastificado, cubierto de una especie de látex o vinilo que solo dejaba
asomarse unos pezones punte aguados, todo lo Degas estaba cubierto.
-
Desnúdate y ponte estos tacones. Disponía la muchacha
mientras montaba una especie de spray, lo que empezó a preocupar a nuestra
ponochacha.
-
Esto es un poco surrealista, te importa si mantengo una
conversación con mi tarro ver. Pregunto Lucia con ojitos de cordero degollado.
-
No tardes mucho.
Lucia, abrió su maleta, sacando
una caja de madera, corrió hacia el baño, donde cerro la puerta, sentándose en
la taza. Esto era casi un rito, era una forma de romper con la realidad, ¿porque
a ver? Porque nadie le dijo que realmente no era necesario maleta, o que la
iban a pintar, que en resumidas cuentas era cosa más de guardería que de mansión,
pero ya nada le sorprendía.
Lío un waka en el baño que fumo
de una sentada, volviendo meter todo sus artilugios en la caja, sus ojos a
vidriados, y la alegrías interna momentánea, la colocaban otra vez en la
habitación con la “rarita”, que taconeaba el suelo de impaciencia, intentado
apaciguar sus nervios. Seguro que ya beberían estar en otro lugar, pero esto
era el ritmo de la porno chacha, nada de prisas.
-
Ya estoy, donde me vas a disparar primero.
Para sorpresa de lucia, la
“rarita de lo pezones desnudos” se acercaba a su cuerpo desnudo, pasando sus
dedos por la espina de lucia. La rodeo, le acaricio los pechos, hasta tener sus
labios rozando los de Lucia.
Agarro a la Porno chacha, arrastrándola
a la cama, - de verdad, que eres del servicio? Yo soy la que va a ver que
trabajo vas a desempeñar, si lo tuyo es la limpieza o la servidumbre. Déjame
que te vea bien.
Ya sobre la cama, con la cara
enterrada entre almohadas, senita que la presión de las manos cambia, ven aquí,
mi chacha, ¿Dónde esta tu plumero? Le gritaba la chica…
Lucia era muy viciosa, no había
limites, con un porro y la incertidumbre, solo tenia que dejarse llevarse.
-
A ver ese coñito, será lo que buscamos, lucia sintió
una lengua, húmeda, algo raposa, que lamia su clítoris, de vez en cuando le metía
la lengua, para ver a la húmeda…sus dedos entraba, salían de esa cueva que
vibraba por mas. La voz volvía a susurrarle al oído, tengo un amigo aquí que
quiere, saber si tu coño es lo suficientemente grande para aguantar semejante
polla.
A esto que lucia pudo darse la
vuelta para encontrarse con un enorme negro, ahí estaba ella completamente
desnuda cachonda pérdida….
- Quieres follarme…quieres de
verdad…Pues ven a por mi coño.
Lucia intento esquívale, para
acabar apuntalada contra la cama….- No te voy a dar el placer de meter mi polla
en ese coñito, vamos a perforar ese culito, por mala, por guarra…
Lucia se abrió las piernas, para
tirar de un hilo que caía de su ano. Lo que dejo al negro boquiabierto, - siempre
las llevo puestas nunca se sabe cuando te van a dejar relajada, si me entiende querido.
Con lentitud, mientras jugaba con su clítoris, lucia se fue sacando poco a poco
unas bolas que iban de pequeño a grande…- Mete tus dedos, masajea este coño….
En ultima bola, lucia invito a la
polla con patas que se tumbara, para poder cabalgarle, era su postura anal preferida,
aunque algunas veces no era tan anal.
El negro se retorcía de placer, Lucia
gritaba mas rápido mas rapido mientras que esa polla entraba y salía de un ano que
cada vez se dilataba mas, - escupe cerdo- Méteme esa polla, coge ese vibrador tápame
todos los agujeros…venga machote.
El negro no pudo mas, le arranco la
polla del culo de la porno chacha para lazarle un montón de sabo por toda la cara,
le pellizco los pezones y chasqueo los dedos.
Ahí delante de ella, se reía la rarita,
- creo que ya estas lista para entrar en los aposentos del señor….. CONTINUARA
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